#ElPerúQueQueremos

Imagen: Warner Bros.

Ciudad Gótica sí existe

Christopher Nolan manda mensajes subliminales al Perú.

“¿Por qué caemos, señor? Para que aprendamos a levantarnos” 

(Alfred, en Batman Begins)

Publicado: 2016-02-14

Christopher Nolan es —para bien o para mal— uno de los más importantes directores y guionistas de cine de la actualidad, mencionar su nombre no deja indiferente a nadie: existen los Nolanistas, que vendrían a hacer como los believers de la música, los fanboys de la tecnología, o —si forzamos la figura hacia la política— los juliolovers o barnechéveres. Del otro lado existe otro grupo, igual de porfiado, que odia con todas sus fuerzas a Nolan, y que siempre está pendiente de cualquier nueva película de Chris para demolerlo, no importa qué tan bueno o malo sea el producto final. En los Foros y Comunidades es común ver electrizantes peleas virtuales entre fanáticos y detractores del director inglés. 

Pero yendo un poco a lo que nos importa, después de sorprendernos con la compleja y sorprendente película Memento (2000), Nolan recibe la aprobación para llevar a cabo una nueva saga de uno de los superhéroes más famosos de la historia: Batman. Comienza la trilogía -como no podría ser de otra manera- con Batman Inicia (Batman Begins) en 2005, una primera película del caballero de la noche muy prometedora y diferente. En 2008, nos brinda una película sólida y compleja, casi perfecta, y que es considerada para muchos, y me incluyo, como la mejor de la trilogía del hombre-murciélago: Batman: El Caballero Oscuro (The Dark Knight), película que arrasó  la taquilla y que logró una aceptación unánime de la crítica. En 2010, hace una breve pausa para brindarnos otra de las mejores películas de su autoría: El Origen (Inception, 2010), una espectacular cinta que dejó boquiabierto hasta al más duro de sus detractores. La última de la trilogía, The Dark Knight Rises (2012), si bien es cierto arrasó en taquilla, no lo hizo en crítica, pues se trata tal vez del trabajo más flojo de este gran cineasta, con muchos baches e incoherencias argumentales. Aun así, el resultado global de la trilogía es sólido, y la apuesta arriesgada del Batman de Nolan cambiaría para siempre la forma en la que se trataba en el cine a los superhéroes. 

Nolan decide dar un giro radical en el tratamiento que los superhéroes habían tenido hasta entonces en el cine, y nos brinda una trilogía cargada de un ambiente denso, siempre al límite, tenebroso. Empezando con un jovencísimo Bruce Wayne, quien presencia el asesinato de sus padres. Su posterior autoexilio, y su encuentro con el misterioso Ra's al Ghul —el líder de la temida agrupación La Liga de las Sombras, quien decide cobijarlo y entrenarlo, para luego enfrentarlo con el fin de destruír Ciudad Gótica. En la segunda parte, surge el mítico y desquiciado personaje de El Guasón (The Joker), interpretado por un inspiradísimo Heath Ledger, quien —con una de las mejores estratagemas de la historia del cine— logra arruinar casi por completo los planes de los chicos buenos y de paso jalar al lado oscuro al «incorruptible» Harvey Dent (Fiscal de Distrito), para luego intentar enloquecer a la ciudad y forzar a los mismos ciudadanos a autodestruírse. Y por último, el regreso de las Ligas de las Sombras a través de un casi indestructible villano llamado Bane, personaje que lamentablemente pierde fuerza hacia el final de la película y queda como un elemento decorativo de la película.

Hasta ahí todo bien, pero !Ey!, !aquí hay algo que no encaja! El título dice que Christopher Nolan nos deja mensajes subliminales para el Perú. ¿Cuál es el mensaje? ¿Qué diantres tiene que ver Bane, el Joker o Batman o La Liga de las Sombras con el Perú? Mi respuesta se basa en otra pregunta: ¿en qué otro país podría haberse fijado Nolan para construír esta historia tan sórdida y casi demencial para los gringos y el mundo desarrollado, pero no para nosotros, que la vivimos en el día a día? Creo que se inspiró en nuestro país para construír Ciudad Gótica. Pero creo que Nolan se quedó corto en este aspecto, o al menos decidió tener algo de mesura, porque si en verdad hubiera plasmado en su película todo lo que lo que pasaba en este país, lo más probable es que hubieran vetado la trilogía en varios países, ya que hubieran entrado en la categoría de Gore

Básicamente Nolan nos manda varios mensajes poderosos a todos los peruanos, pero a su estilo, con una historia compleja, tal como le gusta idear sus películas al realizador, y nos la pone algo difícil: 

—Quieren la solución: pues piensen un poquito, —habrá dicho Nolan. —No se las voy a poner tan fácil, ejerciten su mente (o en otras palabras: dejen de ver EEG, BLT, Combate, entre otras basuras idiotizantes)—. En esta compleja realidad, nos muestra una ciudad (que tranquilamente podría ser Lima) en decadencia, sin esperanza, con un altísimo nivel de criminalidad, donde los valores están casi perdidos, y donde todo el sistema se mueve en función al cuadrinomio poder-dinero-drogas-corrupción: sus habitantes están aterrorizados por el crimen organizado, la corrupción es endémica, y las autoridades (Fiscales, Jueces, Policías, entre otros) sucumben, sea por miedo o ante el poder del dinero y las Mafias organizadas, quienes controlan el crimen y el narcotráfico a placer.  

Nolan, fiel a su estilo, se pone sibarita, y decide mandarnos —de forma ingenua, muy ingenua me parece— el primer mensaje subliminal: convierte al multimillonario Bruce Wayne, que es quien se pone la ciudad al hombro. Se disfraza de murciélago, con todo un arsenal de aparatos de última tecnología para combatir el mal —recordemos que a diferencia de casi el 99% de superhéroes, éste no posee poderes especiales—, y servir de ejemplo a los demás, tratando de dejar en claro que aún existe esperanza. En nuestro caso, a los dueños del país no les interesa un carajo que esta situación cambie, así que por ese lado, estamos jodidos (sin mencionar lo ridículo que se vería ver a algún excéntrico multimillonario vestido de superhéroe, ¿se imaginan a Dionisio Romero hijo vestido con traje negro, luchando contra la sistema decadente y donando todos sus millones por las causas justas? Sí, yo también me cagué de risa).

La escena en la que el gordo policía corrupto se come gratis un sándwich y encima le quita la ganancia del día al pobre vendedor de hotdogs, podría parecer de mínima importancia o de relleno en la película, pero logra un efecto brutal en cualquier habitante que viva en el Perú: nos sentimos identificados, se trata de nada más y nada menos que de las extorsiones. Sí, hablo de la impotencia del humilde vendedor o comerciante, viendo cómo su esfuerzo diario se lo llevan fácil, sin poder hacer absolutamente nada al respecto. 

Pero como Nolan es Nolan, y cuando piensas que una historia no puede estar más enrevesada, decide complicarnos las cosas mucho más. Durante el desarrollo de la segunda parte, parece darse cuenta que el envío de un mesías no va ha funcionar (simplemente le bastó ver a Fujimori, Toledo, García y Humala, y se dijo: estos peruvianos bonachones tercermundistas están peor de lo que mi genial intelecto puede comprender), así que decide mandarnos otro mensaje a través de un nuevo personaje: El Joker rompe los esquemas y provoca un cataclismo en todo lo que había logrado Batman: demostrarles que los ciudadanos éramos estúpidos si pensamos que una sóla persona puede solucionar todos nuestros problemas a punta de balas y golpes. Trata también y como mencioné anteriomente, de poner a prueba a los ciudadanos, en lo que él llama un «experimento social»: Usa dos ferris, en uno, pone a un grupo de ciudadanos comunes y en el otro a un grupo de presos, ambos cargados con explosivos, y cada jefe del ferri tiene el detonador del otro. Pero a la hora de la hora el experimento falla, lo que demuestra al Guasón que estaba equivocado, los ciudadanos le demuestran que ya no necesitaban a ese personaje mesiánico.

Y eso es a lo que apunto con este breve artículo a modo de comparación: La salvación depende de nosotros mismos, el momento de cambiar es ahora mismo. Cambiar esa maldita mentalidad de hacer siempre lo que nos da la gana sin respetar el derechos de los demás. De mantener limpia nuestra ciudad, de que la cultura del pendejo, del criollo y de la aceitada desaparezcan de una vez por todas. De formar una sólida identidad nacional. Hablamos y nos rasgamos las vestiduras cuando vemos asesinatos, robos y violencia doméstica (física y psicológica), pero cuando nos roban, por ejemplo un celular, lo primero que hacemos es ir al mercado negro (llámese Malvinas, Tacora, etc.) para comprar nuevamente lo que nos robaron, formando un círculo vicioso interminable, eterno. No tenemos ningún reparo en soltarle diez o veinte luquitas a un mal policía para que no nos ponga una infracción. La vida de un ser humano en nuestro país cada vez vale menos, por eso es que vemos a niños de 15 ó 16 años matando a sueldo sin pudor, sin remordimiento. Casi nunca aceptamos que somos nosotros los únicos responsables de esta grave situación. 

Así, que Nolan, a través de innumerables mensajes subliminales a lo largo de tres episodios, nos brinda un mensaje final diáfano y contundente: La salvación no depende de una sola persona, uno solo no puede cambiar el destino de un país, el cambio se encuentra en nosotros mismos. Exijamos eso sí de nuestro próximo presidente (o presidenta) una conducta intachable, voluntad política para hacer las cosas, que esté rodeado de gente decente y honesta (hay que tener fe en que sí la hay) que esté en la política para servir al pueblo, no por intereses personales. Sólo así podremos cambiar el país, no pongamos nuestras esperanzas en ningún caballero oscuro (ni blanco, ni amarillo, ni de ningún otro color). Uno de esos pequeños pero brutales cambios comienza por estar bien informados y votar a consciencia este 10 de abril.

Como muchas veces pasa, a veces una visión fresca, alejada y objetiva es la que nos da una percepción diferente de las cosas. Muchas gracias Christopher, un abrazo, compadre. 


Nota: Este breve artículo lo tuve escrito y guardado desde agosto del 2012, en esa época estaba comprometido en otras actividades, y fue modificado ligeramente (mas bien actualizado) para adaptarse a la coyuntura política actual, ahora que estamos ad portas de una nueva elección. 


Escrito por

Oscar Silva-Santisteban

Escritor. Geek. Bachiller en Derecho. Bloguero. Forero. Sígueme en twitter: @oss_mosis


Publicado en

El Vergajo

Blog personal y caústico en forma de látigo contra todos los que hacen de este país un lugar peor.